Vaya por delante que siempre siempre me parece una buena idea que quieras cuidar tu cuerpo, tu salud y tu mundo interno. Y entiendo que dejar de fumar, de todas todas va a significar un beneficio para tu salud. Sin embargo, hay algunos momentos en los que considero que NO hacerlo es también cuidar de tu salud a medio y largo plazo. Te cuento qué momentos son esos.
- Urgencia
Sobre todo tiene que ver con la impaciencia, con querer conseguirlo “ya!”, y con ser poco tolerante con una recaída. Hay algunas personas que vienen a consulta para dejar de fumar, con muchas ganas de conseguirlo y mucho ímpetu. Y hacemos una sesión de preparación y quieren lanzarse a lograrlo. En estos casos que quiero describirte, suelen tener en común que están impacientes, y a esa impaciencia suele subyacer miedo de no conseguirlo, es para no sentir ese temor que se lanzan rápido a por ello. En psicología a este rasgo le llamamos contrafóbico. Porque la persona tiene tanto miedo que para no sentirlo se lanza hacia lo que teme. Así como otras personas con miedo se retraen, quizás aislan y no se abren a intentarlo, en perfiles contrafóbicos nos encontramos lo contrario. Sigue tratándose de miedo, lo que es diferente es cómo se relacionan con la emoción.
Suele ocurrir que si la persona no está lo suficientemente preparada para mantenerse como no fumadora, regresa al hábito no pudiendo ser capaz de sostener la nueva vida como persona libre del tabaco. Esto suele causar mucha frustración y rechazo, e incluso algunas personas ven confirmado su miedo de no poder conseguirlo, e intento tras intento refuerzan la creencia de que es muy difícil sinó imposible. En definitiva, estas personas suelen retirarse resignadas, pensando que no podrán lograrlo.
Para evitar esta retirada te sugiero que antes de lanzarte a conseguir tu objetivo tengas en cuenta tu miedo – temor- impaciencia y aprendas a contemplar una posible recaída como parte natural del camino, como algo tolerable. Quizás la haya, quizás no, pero contemplar la recaída dentro de tu plan puede ayudarte a conectar con tu deseo de lograr cambiar tus hábitos, más allá de lo resultados iniciales.
Para abandonar el tabaco necesitarás traspasar un periodo de incertidumbre, y de realizar ciertos cambios. Imagínate que para pasar de un lado a otro de un río, tienes que atravesar un puente. Durante la preparación tendrás que construir ese puente, que te permita llegar a la otra orilla. Si no hay una preparación adecuada, si no construyes el puente, te lanzarás al río y regresarás a la misma orilla que conoces asustada/o por la corriente, el caudal puede que sea bravo, y necesitas ayuda para cruzarlo.
Con esto quiero decir, que si tienes muchas ganas de lograrlo, asegúrate que volver a fumar no es un problema para ti, es decir, que podrás asumir una recaída, porque sí, las recaídas son naturales, y lejos de señalar que no puedes conseguirlo, puede significar que todavía no estás del todo preparado/a para sostener tu cambio de hábito. Es entonces tiempo de continuar con esa preparación que te permita construir el puente que tú necesitas para atravesar el río.
También puede ocurrir que no estés preparado/a para abandonar por completo el tabaco, pero sí para reducir tu consumo. Esto puede ser una forma de prepararte, de acercarte a tu objetivo. - Querer y poder
Uno no debería dejar de fumar si no quiere. De hecho, no conozo a nadie que lo haya dejado no queriendo hacerlo (siempre hay una parte, por pequeña que sea, que lo desea).
Me encuentro con personas que aparentemente quieren dejar de fumar, y estoy convencida que una parte importante de ellas lo quieren, al dedicar su tiempo, energía y dinero a venir a una sesión para este fin.
Ahora bien, en estos casos que quiero describirte ahora, hay también una parte importante de estas personas que NO quiere lograrlo. Y este no, no es un capricho, no es que se boicoteen, ni que sea una parte “mala” o “rebelde” de ellas. Es una parte que obtiene un beneficio interno importante manteniéndose como fumadoras.
En estos casos es importante poder contemplar esta parte, y cuidar de ella. A veces esta parte necesita tiempo y que aprendas ciertos recursos para manejar algunos asuntos, otras veces esta parte requiere que te ocupes antes de otros asuntos importantes, o quizás puede que esté vinculado el fumar con tu identidad, y requiera un trabajo de reconstrucción de algunos aspectos de ti misma/o.
En cualquier caso, identificar esta parte que todavía NO quiere abandonar el tabaco es un paso importante en el camino. - Cuando fumar es el menor de tus problemas
(Me tomo la libertad de poner este título al apartado como recurso estilístico, desde luego, no seré yo, quién determine la prioridad o importancia de los problemas de otra persona.)
A menudo llegan personas movidas por el deseo de dejar de fumar, me conocen porque alguien les ha hablado de este acompañamiento que hago, y llegan a una primera sesión expresando este deseo y también suelen reconocer que hay otros asuntos que también querrían tratar, que si yo también les acompañaría (en psicoterapia, claro!).
Y es que resulta que en estos casos, la persona ya sabe o intuye que hay aspectos anteriores a tratar, que le servirán para poder abandonar el tabaco. O quizás son personas que están desbordadas emocionalmente, con o sin diagnóstico en salud mental, y que dejar de fumar es sólo la punta del iceberg. Con esto quiero decir que a veces no es un buen momento para dejar de fumar, porque hay otros asuntos que requieren de tu atención que son prioritarios o más urgentes, entender esto puede ayudarte a aflojar la presión por conseguir algo que no estás pudiendo conseguir ahora mismo.
Puedes ocuparte de los asuntos prioritarios sabiendo que más adelante le darás un espacio a tu deseo de abandonar el tabaco, también puedes ir sintonizando con podcasts, artículos, vídeos de otras personas que lo lograron o profesionales hablando del tema, o leer algún libro al respecto. Todo ello te servirá para construir tu camino de liberación del tabaco, mientras cuidas de tus asuntos más urgentes.
Concluyendo, que no estés abandonando el tabaco por completo ahora no quiere decir que no puedas seguir preparándote, de hecho, mi sugerencia es que si te pica el gusanillo sigas leyendo y encontrando la mejor manera para prepararte para dar el paso definitivo. Quizá para ti habrá un último día como persona fumadora, quizás seas una de esas personas que va dejándolo poco a poco, quizás lo hagas de un modo que todavía nadie te ha contado. En cualquier caso, desde aquí te animo a seguir adelante con tu deseo de liberarte de fumar, y de construir esa persona que ya no necesita tabaco que quiere salir de dentro de ti.
Que tu camino sea amable.
Un abrazo.
Sonia.
Imagen: freepik.com