El mejor momento para dejar de fumar es…cuando tú decidas. He facilitado sesiones para dejar de fumar para miles de personas, y la verdad es que hay casos de todo tipo. Desde personas que vienen a acompañar a un amigo o familiar a la sesión y se apuntan en el último momento (¡y lo consiguen!), personas que lo llevan planeando muchísimo tiempo y se han preparado conscientemente, personas que esperan al primero de enero o septiembre para hacer el cambio en sus vidas, personas que eligen cuidadosamente el momento para estar tranquilas, personas que viven muchos cambios a la vez en sus vidas y deciden también cambiar este hábito (¡y lo consiguen!).
Así que no creo que haya un momento ideal único para dejar de fumar. Si bien opino que cada persona sabe cuál es su mejor momento, aún cuando lo decide con dudas.
1) DUDAS
La cuestión de las dudas da para un post o un vídeo entero. Dejar de fumar es, en definitiva, una decisión personal que toma cada persona, y como decisión es natural sentir dudas, incertidumbre, inseguridad. Ante cualquier decisión en nuestras vidas es natural sentir estas emociones, pues lo mismo con dejar de fumar.
Están las dudas de ¿lo conseguiré? ¿seré capaz de mantenerme? ¿será esta vez la definitiva? ¿me costará esfuerzo y me rendiré? Por eso es importante tener un actitud abierta e ir a por todas. Todas las personas hemos tomados cientos, miles de decisiones en nuestras vidas, y en muchísimas de ellas hemos tenido éxito. Por lo tanto, tener éxito en las decisiones es algo que hemos practicado. Y no sabremos cuál es el resultado hasta que no demos el paso.
2) ¿RECAERÉ?
La cuestión de las recaídas es un tema que preocupa a muchas personas. Hay personas que quizás lo lograron en algunos momentos en sus vidas, y después recayeron. O que lo han dejado muchas veces, con o sin dificultad, y después han recaído todas las veces. Hay personas que ya no confían en sí mismas para conseguirlo, y ni siquiera lo intentan. Aquí destaco 2 aspectos.
1) PERDÓN HACIA EL PASADO.
Lo primero que me parece importante destacar en esta cuestión es el perdón hacia uno mismo. No importa las veces que recayeras, o que lo intentaras, o que lo dejaras de intentar. Eso forma parte del pasado, de pasos que diste y tuvieron un sentido, aunque no lo puedas comprender todavía. Es una cuestión de respeto a las decisiones del pasado, aunque no estemos de acuerdo con ellas.
¿Para qué respetarlas? Cuando rechazamos lo que hicimos, o quisiéramos que fuera distinto, estamos en lucha con lo que fue y solemos sentir culpa y rechazo hacia nosotros mismos. Estos sentimientos de rencor, ira, decepción en lugar de ayudarnos a conseguir el objetivo están obstaculizando que lo logremos. Por tanto, es importante perdonar cualquier acción o situación del pasado para poder continuar y lograr el objetivo de dejar de fumar.
2) COMPROMISO CON LA DECISIÓN.
Y la otra cuestión importante es el compromiso. ¿cómo de comprometid@ estás con vivir una vida libre del tabaco? Hay personas que dejan de fumar, sienten la liberación propia por no tener que comprar tabaco, empiezan a disfrutar de las ventajas de no inhalar tóxicos, se ven la piel más suave, respiran mejor, saborean más los alimentos, después se acostumbran a las ventajas…tienen un mal día, o una fuerte discusión y…¡recaen!
Muchas de estas personas expresan que saben que van a recaer, que saben que van a tomar el cigarro y volver a lo de antes. Y aunque una parte de ellas no quiere, hay una parte que se deja llevar y…¡lo toma!
En estos casos cabe revisar cuál es el compromiso consigo mismos para vivir de esta manera liberada del tabaco. En general un único cigarrillo sería suficiente para volver a activar el hábito de fumar, sin embargo no es determinante. Hay muchísimas personas que fuman un cigarro, y se dan cuenta que no es lo que quieren (volver a fumar de nuevo), se perdonan y siguen adelante con su vida libre del tabaco.
Por tanto, ¿estoy tan comprometida conmigo y mi vida libre del tabaco que soy capaz de priorizar esto ante cualquier circunstancia? ¿cómo de importante es esta decisión para conmigo? ¿estoy decidida a ir a por todas?*
*En ocasiones el compromiso no es suficiente, y hace falta revisar qué partes internas están influyendo para mantenerte como persona fumadora. Te invito a leer otros post en los que hablo de este tema, o a pedir ayuda profesional para acompañarte en tu camino único.
3) PODER O NO PODER
“Quiero dejar de fumar, lo quiero con todas mis fuerzas, pero…¿lo podré conseguir?” Tal y como dije anteriormente, tener dudas es natural, y forma parte del proceso. Veamos maneras de enfocar esta cuestión.
Imaginemos que quiero saber el resultado de un partido de fútbol antes de empezar. O que quiero saber el movimiento del mercado inmobiliario en un futuro. O si será o no una buena opción que compre un determinado coche. Puedo buscar referencias, y estudiar tendencias, sin embargo los resultados sólo los obtenemos pasando por la experiencia. ¿Qué nos alienta y nos da ánimos a las personas? la fe y la confianza. Confiar en que podemos nos da seguridad suficiente para atravesar las dudas naturales y mantenernos firme en nuestro objetivo.
Me preguntan algunas personas ¿tú crees que yo lo podré conseguir? Me gusta, por defecto, confiar en las personas. Confiar en aquellas personas que venís confiadas a mí para que os acompañe en esta transición importante como es abandonar el hábito de fumar. Así que yo confío en que lo conseguiréis. ¿qué clase de acompañamiento estaría ofreciendo si no confiara?
Sin embargo más importante que si yo confio o no, es ¿confías en que lo conseguirás? ¿te ves como una persona no fumadora?
He visto personas de todo tipo conseguir su objetivo, personas desconfiadas (exteriormente), aparentemente abatidas, con miedos y resistencias, personas que deciden dar un paso adelante y logran vivir lejos del hábito de fumar. Hay una parte importante que está relacionada con querer o no querer lograrlo. Y aquí es importante hacer un ejercicio de honestidad personal con uno mismo, y averiguar si VERDADERAMENTE deseo dejar o no de fumar.
Hay personas que vienen diciendo “tengo que dejar de fumar”, quizás por una cuestión de salud, porque el médico se lo ha aconsejado o porque han vivido experiencias de salud muy delicadas. En este caso, más importante que “tener que” es “querer conseguirlo”.
Recuerdo una clienta que después de dos sesiones enfocadas a dejar de fumar me dijo: “Sonia, me he dado cuenta que no quiero dejar de fumar. Que es mi manera de ser rebelde y ahora ya no quiero dejar de fumar.” Quizás pensarás que fue un fracaso, sin embargo esta persona me dio las gracias por las sesiones y por haberse dado cuenta que no quería dejarlo.
¿Qué quiero decir con esto? Que para conseguir cualquier cosa en la vida, también dejar de fumar, necesitamos aliarnos con nosotros mismos. Y si hay una parte de ti que no quiere dejar de fumar, o encuentras la manera de aliarte con ella, o impedirá que lo consigas.
En un caso como el anterior, esta clienta decidió quedarse ahí, y tal vez más adelante replantearse dejar de fumar. Y hay otras personas que deciden QUERER dejar de fumar. Es decir, localizar qué parte de ellas no quiere y dialogar con esa parte.
4) IDEAS POSITIVAS ASOCIADAS CON FUMAR
Y quizás te preguntarás ¿cómo dialogo con una parte de mi que no quiere dejar de fumar? Lo primero es detectar esa parte: tomar consciencia de ella.
Aunque en nuestros días conocemos todos los inconvenientes de salud asociados con el tabaco, lo cierto es que hay una parte de la mente que asocia fumar con aspectos positivos. Si no, nadie fumaría. Esos aspectos pueden ser:
- me relaja
- me concentra
- me siento rebelde (hago lo que me da la gana)
- tiempo de relajación
- tiempo para mí
- me da seguridad
- es una evasión
- me distraigo
- etc.
Hay una parte de la mente (no consciente) que ha asociado fumar con algunos aspectos positivos para ti. Aunque consciente y racionalmente sabemos que fumar no relaja (en realidad genera estrés sobre el organismo por la inhalación de tóxicos, y lo que relaja es el mono físico que produce la nicotina), ni concentra, ni nos otorga poder personal, ni aporta seguridad personal…hay una parte de la mente que lo ha asociado a la seguridad, la relajación, etc.
Entonces, tomar consciencia cómo esto es así, y cambiar esta asociación es clave para facilitar dar el paso a vivir sin tabaco. Esto es lo que cambiamos con hipnosis, las asociaciones mentales hacia el tabaco. No es indispensable hacer hipnosis para conseguirlo, aunque es una herramienta muy útil que ha ayudado a muchísimas personas.
Que la hipnosis funcione tan bien para abandonar este hábito es un reflejo del componente mental importante que subyace en este hábito. Darte cuenta de estas asociaciones mentales y ponerlas a prueba (es decir, corrobar que no son ciertas) te ayudará a soltar el hábito de fumar.
Por ejemplo, si te das cuenta que cuando sales de la oficina, o de clase, siempre fumas porque te da la sensación de que te desahogas (paradójico porque en realidad, físicamente, uno se ahoga con el humo), puedes conscientemente evitar fumar ese cigarro, con la intención de darte cuenta de qué es lo que te pasa, con la intención de experimentar qué vives en ausencia del tabaco, y comprobar que puedes desahogarte de otros modos. Evidentemente puede que eches de menos el cigarrillo, esto forma parte del hábito, sólo enfócate en experimentar tus recursos para desahogarte.
5) LO NUEVO
Algunas personas vienen a las sesiones con mucho miedo: ¡ay, ay, ay!
Primero: es natural sentir miedo, inseguridad, incertidumbre. Forma parte del proceso del cambio. Si no sintiera ninguna de estas emociones, cabría replantear si estoy adentrándome en algo nuevo o no.
Segundo: Al ser un cambio lo que quiero conseguir, quiere decir que voy a vivir algo nuevo, y quizás en algún momento es “raro”, o no estoy acostumbrada a vivirlo. Así que es importante tener una mente abierta a vivir experiencias distintas, que no tienen por qué ser desagradables, así que te invito a experimentar el cambio con alegría, con ganas de pasarlo bien. ¡Cuánto podemos sorprendernos cuando nos decidimos a disfrutar!
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