Si quieres dejar de sentir tristeza quizás sea porque llevas mucho tiempo sintiendo esta emoción, o bien se te hace bola y no sabes cómo manejarte cuando estás triste. La respuesta corta es que no puedes hacer que la tristeza desapareza si la estás sintiendo, en tanto que tu tristeza tiene un mensaje útil y necesario para ti. Pero sí puedes aprender a amigarte con ella.
Es una emoción básica que se activa cuando finaliza algo, una ilusión, una relación, un periodo, un trabajo, un proyecto, etc. Y esta emoción facilita que puedas dejar ir los apegos hacia la situación que ya dejó de ser y puedas estar disponible para lo nuevo que vendrá.
Ahora bien, si llevas mucho tiempo anclado/a en la tristeza puede que lleves una acumulación de situaciones que no pudiste dejar ir, quizás porque interrumpiste el ciclo natural que te proponía la tristeza, porque o bien no estuviste acompañad@ cuando no podías por ti mismo (en la infancia), o bien porque tu sistema encontró otra forma de afrontar la situación que le resultó más fácil de experimentar, o ambas cosas.
La clave para dejar de sentir tristeza
Por tanto, la clave para dejar de sentir tristeza es atravesarla, cuando intentamos sortearla generalmente la hacemos más grande, porque al no vivirla por un lado no entrenamos nuestra habilidad para manejarnos con ella, y por otro esa necesidad no desaparece, se queda guardadita en algún recóndito lugar esperando a ser vista y tener espacio para expresarse.
Puedes leer aquí mi artículo sobre esos momentos en que nos negamos y rechazamos vivir lo que nos pasa.
Me gusta ver las emociones básicas como necesidades básicas humanas, como beber agua cuando tienes sed, comer cuando tienes hambre o ir al baño cuando tu cuerpo necesita. Puedes aguantar y no beber, comer o ir al baño, pero tarde o temprano tendrás que afrontar esa necesidad para tu supervivencia y bienestar.
Lo mismo con las emociones, no son buenas o malas, son respuestas del organismo a situaciones de la vida, y las emociones favorecen y facilitan que podamos procesar lo que ocurre y seguir adelante.
Claves para atravesar tu tristeza
Identifica tu tristeza
Las emociones se expresan en nuestro cuerpo, a través de sensaciones. Localizar esas sensaciones corporales en tu cuerpo y ponerles nombre (tristeza en este caso) te ayudará a concretar, a poder observar y manejarte con lo que sientes con más claridad.
Podrás atender la necesidad de tu tristeza de una manera más sencilla cuando ésta es más concreta, cuando algo es abstracto es más complejo de poder atender.
Si no tienes práctica en identificar las sensaciones de tu cuerpo y esto se te hace bola puedes descargarte de manera gratuita mi audio amabilidad hacia el cuerpo en este enlace: https://www.soniagutierrez.es/recursos/
Dale espacio a la tristeza
Dar espacio a la tristeza es justamente opuesto a querer dejar de sentirla, es paradójico si, pero sólo cuando pueda expresarse se irá, se transformará, desaparecerá. Porque dejará de tener sentido.
Como la tristeza es una emoción con una energía lenta, que te invita a ir hacia dentro, te invito a que reserves un espacio en el que no tengas cosas que hacer, o si las haces sean actividades que puedas realizar calmadamente.
Culturalmente hemos aprendido a mirar hacia otro lado, a distraernos, quedar con amigos, ver una serie, hacer deporte, etc. para no conectar o escuchar las emociones más incómodas, y especialmente para algunas personas, la tristeza.
Así que darle espacio te puede parecer algo raro o contrario a lo que has hecho hasta el momento, permitirte atravesar esa rareza facilitará que puedas darte el espacio que mereces, con y sin tristeza.
Comprende tu tristeza, compréndete a ti
Si estás viviendo la tristeza de manera que vas diciendo internamente: a ver si pasa ya, que pase ya…seguramente estés poniendo presión en ella, y estés ralentizando si no dificultando que pueda expresarse.
La respiración es una gran aliada para poder vivir emociones que nos resultan incómodas. Y puedes repetirte como un mantra amoroso esto también pasará si se hace muy complicado estar ahí.
Comprender que la tristeza tiene su propio ritmo y tempo puede facilitarte atravesarla. Comprender que si más no, al menos una parte de ti siente esa tristeza, y ofreciéndole espacio y tiempo la estás validando y honrando.
Si se hace muy difícil para ti puedes ponerte un límite en ese espacio que le ofreces. Puedes limitarlo en 15, 20 ó 30 minutos, y después te distraes con cualquier otra cosa, de manera que poco a poco te vuelves más hábil para atravesar esta emoción.
Pedir ayuda
Si la tristeza inunda tus días, si te sientes ahogado o ahogada por esta emoción que no sabes cómo dejar de sentir, mi sugerencia es que pidas ayuda, que pidas ayuda a tu entorno y/o a algún profesional.
Puede que hayas vivido en el pasado situaciones complejas, emocionalmente desbordantes o de las que te desconectaste para poder seguir adelante, y ahora sientas un acumulación y un embrollo de todo lo vivido, y desembrollarlo requerirá una disciplina y forma concreta para que tu organismo recupere el equilibrio y el bienestar.
Todas las personas necesitamos ayuda de alguien, somos seres sociales que sobrevivimos y nos desarrollamos juntos, el mundo emocional también tiene su propio ritmo y lenguaje, ayudarte con alguien que tiene habilidades para ello te ayuda a acortar el camino del malestar.
Resumiendo
La tristeza es una emoción básica que tiene una función fundamental en nuestro desarrollo y bienestar. Evitarla nos complica la vida, y por otro lado puede que lo que has aprendido en esta cultura sea a esconderla, tragarla u evitarla. Así que es natural que tengas dificultades para atravesarla.
Te sugiero unos pasos para amigarte con esta emoción, que tan importante serán en tu crecimiento y bienestar, y por favor, si estás en un momento de mucho malestar o sufrimiento, pide ayuda a personas de tu confianza, o solicita ayuda de un profesional. Facilitarnos algunos pasos del camino nos ahorra esfuerzo, energía y sufrimiento.
Ojalá te sirva.
Te deseo un reencuentro amable contigo misma/o y tu tristeza.
Un abrazo.
Sonia.
